Manuel Santín, vecino de Pereira, en Cervantes, sufría cada vez que veía cómo el 'muín' del 'prado do muín' en Castelo de Cais se venía abajo, él que todavía lo recuerda en la función para la que fue construido, moliendo el pan cuando era niño, o que tantas veces le dio refugio cuando iba a pastorear.este lugar tan querido se inaugurará como 'hide', que es como se conoce a los observatorios para fotografiar fauna salvaje, que se sirven de vidrios espía que hacen de efecto espejo y ocultan al observador, o de luces progresivas que se activan con su presencia.


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Además de las dos ventanas con espejos para espiar la fauna, el espacio contará con un sistema de iluminación progresiva con detección del movimiento, para no generar ningún cambio brusco de luz, pero poder fotografiar los animales durante las primera horas de la noche y sin flash.
El molino está situado en un prado por donde discurre un pequeño riachuelo, rodeado de castaños, robles, cerezos, arces, fresnos y abedules. La lista de pequeños y grandes mamíferos que se puede divisar desde este lugar es enorme. De hecho, el refugio está especialmente pensado para la observación de corzos, jabalíes, martas, tejos, ginetas, gatos monteses, zorros y, con suerte, lobos y osos.
También es fácil ver aves como el arrendajo, la oropéndola, el peto verdeal, el carbonero, el herrerillo común, el cardenal o el chochín, entre muchos otros.